El Ayuntamiento de Bilbao ha aprobado en el pleno de este jueves la congelación de las tasas e impuestos municipales para 2023, por lo que seguirán en vigor las actuales ordenanzas fiscales. Se trata de una medida adoptada por tercer año consecutivo para «reforzar el camino hacia la recuperación económica de los sectores y empresas más perjudicados y no afectar con más cargas a la ciudadanía», defiende el Consistorio. Junto a la congelación, se mantendrán además los beneficios y bonificaciones fiscales y las facilidades de pago de los contribuyentes. Esta decisión supone para el Ayuntamiento una menor recaudación de algo más de 2 millones de euros.
La concejala de Hacienda Marta Ajuria ha recordado que se trata de «un gran ejercicio de responsabilidad» para hacer frente a la crisis producida por el impacto del Covid, a lo que se ha sumado, posteriormente, los efectos de la guerra de Ucrania. Así, junto a la congelación se han ido poniendo toda una batería de acciones paralelas incluidas en los distintos planes #BilbaoAurrera. En 2023 ha señalado que se seguirá con este importante esfuerzo de contención fiscal «que nos ayude a sentar bases sólidas para la recuperación económica de las empresas y negocios de la ciudad, así como de las familias bilbaínas».
En el Pleno se han aprobado también algunas modificaciones técnicas, exenciones y bonificaciones como las obras realizadas por universidades públicas, las que persigan una mayor eficiencia energética, así como la exención del pago de tasas en los eventos realizados por las asociaciones de comercio de la ciudad para apoyar al sector.